Porque son sus merecidísimas vacaciones después de haber pasado un duro y largo curso académico. Porque cuatro horas de piscina les parece poco, y piensan que la vida es injusta porque tienen que ir a casa a comer, ¡si ellos no necesitan alimentarse! ¡El cloro ya lo hace por ellos! Y encima esperar dos largas horas para hacer la digestión, ¿pero qué es esto?
Pues si retenerles dos horas lo vemos una tarea ardua, como alguno padezca otitis y tenga que estar unos días sin bañarse, os digo yo que un parto sin epidural es menos costoso que mantenerlo fuera de la piscina.
Así que os vamos a dar unos consejos para que puedan seguir bañándose y que no tengan dolor de oidos.
Lo primero de todo y para poder entender a qué es debido, vamos a explicar:
¿Qué es la otitis?
Es la inflamación del conducto auditivo, es decir, la parte que está entre la oreja y el tímpano.
La otitis puede clasificarse según la parte que atañe:
– Media: si afecta al oído medio, está justo detrás del tímpano.
– Externa: si afecta al oído externo y conducto auditivo externo.
Y a su vez, puede catalogarse según el tiempo que se padezca en:
– Aguda: si el periodo de afección es corto
– Crónica: si el periodo es largo.
Nosotros nos vamos centrar en la externa, que es la que nos quiere agriar el verano y que deseemos parir a cuatrillizos.
Es la llamada otitis del nadador porque la mayoría de las veces es causada por agua que queda retenida en el oído.
La otitis externa la pueden provocar diferentes tipos de gérmenes, tanto por bacterias (las más frecuentes) como por hongos. En condiciones de piel íntegra, no humedad y temperaturas normales, los gérmenes permanecen en la piel sin producir problemas.
Sin embargo, en verano, al aumentar la temperatura y la humedad, provocan la maceración de la piel del conducto y la consecuente infección.
Puede darse en cualquier edad, siendo más frecuente en niños porque parecen garbanzos a remojo.
Los gérmenes pueden estar en el agua o en nuestro propio oído esperando las condiciones óptimas para la infección.
¿Cómo podemos prevenirla?
- No introducir nada en el conducto auditivo como bastoncillos, horquillas, etc. Ya que dañan la piel y favorecen la producción de otitis, además el conducto auditivo tiene su mecanismo de autolimpieza. Pero si tenemos exceso de cerumen y la autolimpieza se queda corta, existen productos con agua de mar que ayudan a eliminar de forma más natural ese exceso de cerumen.
- A la salida de la piscina, sacudir la cabeza para retirar el agua del conducto.
- Secar y limpiar el conducto con un pañuelo o toalla envolviendo en el dedo meñique, si aún así no sale el agua, existen en farmacias productos que se pueden usar a partir de los 3 años, formulados a base de alcohol isopropílico o de alcohol boricado que inducen a la completa evaporación del agua.
- Evitar nadar en aguas contaminadas.
- Usando tapones, evitan la entrada de agua por lo que reduce el grado de humedad. Aconsejamos los de silicona, cera o polivinilo, en lugar de plástico, porque estos pueden dañar la piel del conducto auditivo externo por el roce.
Aunque preferimos evitar su uso prolongado para prevenir una otitis externa en un oído normal. Su uso únicamente estaría justificado en anomalías anatómicas que hacen difícil que el agua salga.
Nunca debemos de reutilizar un tapón que ha estado en un oído que tenga una afectación.
¿Cómo detectar una otitis externa?
- Dolor de intensidad variable. Aumenta al presionar en la región anterior del oído y al tirar de la oreja hacia arriba.
- Secreción amarillenta.
- Pérdida de audición, habitualmente temporal, si la inflamación bloquea el conducto.
- Picor. A veces intenso, que lleva a rascarse la zona por lo que se lesiona la piel, con el consiguiente empeoramiento de la infección.
¿Cuál es el tratamiento adecuado?
La mayoría de las infecciones de oído se van solas en unos pocos días. Por eso, los médicos esperen de dos a tres días antes de prescribir antibióticos.
Si la infección se debe a bacterias, el médico puede recetar antibióticos, suele responder bien al tratamiento y su curación completa puede durar de 6 a 7 días. Si la infección es vírica, los antibióticos no ayudarán. El uso de antibióticos cuando no son necesarios puede resultar nocivo y puede provocar la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos.
El médico puede prescribir analgésicos como ayuda para que tú o tu niño os sintáis mejor mientras el virus sigue su curso.
Sea cual sea el tipo de otitis que tenga, durante el periodo agudo no conviene que sumerja la cabeza en agua (ni en piscinas ni en el baño diario), ya que la humedad favorece la proliferación de bacterias.
Así que esperamos que haberos servido de ayuda y Que este sea tu Mejor Verano
Silvia Ayela. Farmacéutica Adjunta.
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001336.htm
http://www.zonahospitalaria.com/otitis-por-las-aguas-de-las-piscinas/
http://www.medtronic.es/su-salud/infecciones-oido/tratamiento/
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