Los problemas de tensión están a la orden del día. ¿Quién no conoce un familiar o amigo que no tenga la tensión alta o que se haya mareado por un bajón de tensión?
La tensión o presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre, bombeada por el corazón, sobre las paredes de las arterias. Cuando el corazón late bombeando sangre es lo que conocemos como presión sistólica o “la alta”. Cuando el corazón esta en reposo entre latido y latido, se denomina presión diastólica o “la baja”.
A tener en cuenta
La importancia de conocer nuestra tensión arterial
No se trata de obsesionarse y todos los días vivir pegado al tensiometro pero si que una o dos vez al año podemos acudir a nuestra farmacia de confianza (en el caso de no tener tensiometro en casa) y pedirles que nos revisen la tensión. También si nos encontramos mareados, fatigados o con dolor de cabeza agudo podemos comprobarla.
Los aparatos que nos van a permitir medir nuestra tensión son el ESFIGMOMANÓMETRO (prometo que no os estamos insultando) y los TENSIOMETROS ELECTRÓNICOS de muñeca y brazo. El primero es el más preciso y con menos errores pero necesita de un fonendoscopio y personal cualificado para utilizarlo. Los segundos son de uso doméstico mucho mas fáciles y sencillos de usar. Son fiables y los ideales para tener en nuestros domicilios.
En cualquier caso siempre que dudemos de los resultados podemos acudir a nuestra farmacia más cercana donde podrán darnos consejo profesional y en el caso de no encontrarnos bien acudir al médico.
¡Como sabéis la prevención es nuestra mejor arma!
Isabel Saulappe – Farmacéutica
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